Extraño tu presencia cerca a la mía. Extraño poder ver tu sonrisa, la que siempre me hacía sonreír. Extraño tu mirada, esa mirada que consigue desarmarme por completo. Extraño nuestras conversaciones que empezaban con risas y terminaban con peleas. Extraño tus abrazos, esos abrazos que lograban hacer que me sintiera que estaba segura en tus brazos. Extraño nuestras peleas, extraños nuestras risas.
Aitana Cabrera Martin
No hay comentarios:
Publicar un comentario